jueves, 29 de noviembre de 2012

Triunfar sirviendo


Todos somos clientes y todos somos servidores. Partiendo de esa premisa, un coach venezolano ofrece cinco herramientas para mejorar el servicio en planos laborales y personales

Para prestar un servicio es necesaria la intervención de al menos dos participantes: el servidor y el cliente. Ambos tienen algo que compartir. Así lo establece el yaracuyano Raúl Camacho Rodríguez, coach organizacional para desarrollo de la calidad de servicios y miembro consultor del Centro Unesco para la Ciudadanía Mundial y Cultura de Paz en Venezuela.

Él recuerda que su punto de partida fue enseñar a los alumnos del Centro de Estudios para la Hospitalidad y el Turismo cómo prestar un servicio óptimo, sin hacer imposiciones. Así descubrió el coaching, herramienta que ha compartido a través de su conferencia El arte de servir para triunfar con instituciones públicas y privadas en México, Perú, Colombia, Bolivia y Venezuela, con el fin de mejorar la atención al cliente.

Pero en el proceso de descubrir esas técnicas, también entendió que los prestadores de servicios están mitificados. "Cuando prestas un servicio, se lo prestas a la humanidad. Tu cliente es el mundo. Tus empleados y tu familia también son tus clientes. Cuando entiendes esto, cuando estás al servicio del mundo, todo fluye", apunta el también empresario.

Hoy comparte en Estampas Larense algunos de esos consejos para mejorar estándares y así satisfacer al cliente interno y externo, garantizando el éxito de cualquier empresa y relación humana.

¿Razón o satisfacción?.En el mundo entero es conocida la frase "el cliente siempre tiene la razón", pero Raúl Camacho cree que "quien la inventó le hizo un mal al mundo. El cliente no siempre está en lo correcto, incluso hay clientes que se aprovechan del servidor". A cambio, mantiene que la frase "al cliente se le debe mantener satisfecho, con calidad del servicio y producto" debe ser la médula espinal de los servidores.

Respetar los límites. Raúl Camacho define una tipología de servidores como "colocador", que son aquellos que se preocupan por cumplir a toda costa con metas y exigencias de las empresas. Un ejemplo son los vendedores de tiendas que se lanzan como cazadores tras una presa al ver entrar a un cliente. "Su frase común es a la orden' e invaden el límite de privacidad. Qué diferente es que te diga, buenas tardes, qué necesita' y se retire afirmando estoy por aquí cuando me necesite'. Entrar a un espacio requiere de un momento de adaptación que no debe interrumpirse".

De carne y hueso. Decir buenos días, buenas tardes y sonreír es fundamental cuando se trabaja con público, porque se establece una conexión, pero es importante recordar que los servidores también son humanos.

"Imponerle a alguien una sonrisa obligatoria es pretender que sean robots; también tienen problemas, también sufren. Si quiero que mi personal siempre esté sonriendo debo, primero, inspirarlos. Si yo siempre sonrío, ellos también lo harán. La segunda cosa que debo hacer es generar el ambiente propicio, porque si te sientes cómodo en tu lugar de trabajo, si tienes todas las herramientas para desempeñar tus funciones, te estoy motivando a dejar tus problemas afuera", apunta el coach.

Acoplando "animales". Basado en una teoría de Claus Möller, Raúl Camacho asegura que existen cuatro tipos de personalidades, cada una con sus características individuales, clasificadas en buho, pantera, delfín y pavo real.

"Debo conocer mi personalidad y las de los demás, de mi equipo y mis clientes porque de esa forma sé qué puedo mejorar y cómo cumplir mejor mi servicio", apunta.

El cliente pantera quiere ver resultados, es concreto y no quiere perder el tiempo. El cliente buho tiende a ser más metódico y reflexivo. Mientras tanto, el delfín es más sentimental y le molesta que lo presionen. Por último, el pavo real quiere ser el centro de atención, le gusta ser atendido. De acuerdo a esas particularidades, se debe saber tratar con cada uno de ellos.

Saber diferenciar. Un cliente insatisfecho puede plantear quejas o reclamos, dos cosas diferentes que también deben verse desde distintos ángulos. "La queja es no cumplir con lo que el otro espera de mi servicio y deben atenderse como una enseñanza: si sé qué no le gusta a mi cliente, sé qué debo mejorar".

Por otro lado un reclamo se hace con base a una promesa no cumplida: "Si yo prometí que vendería tortas frescas y al venderlas no lo están, el cliente puede plantear esa inconformidad y merece una reposición".

Camacho recuerda que, tanto la queja como el reclamo, deben hacerse de forma virtuosa, otorgando al servido parte de la responsabilidad: "Si como cliente te presentas como una fiera, con un tono de voz alto, pones una barrera que impedirá la conciliación".

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Apuesta por el Co-Working





A primera vista, establecer una oficina en tu casa puede parecer la solución perfecta para disminuir gastos cuando inicias un negocio. Sin embargo, este modelo también tiene desventajas, entre ellos los numerosos distractores que existen en tu hogar (como la televisión, la familia o los videojuegos) así como el aislamiento y la monotonía que el emprendedor puede llegar a sentir al trabajar todos los días en solitario.

Es así como, desde hace algunos años, ha cobrado gran popularidad el co-working, una práctica que consiste en compartir con otros empresarios o profesionistas el mismo espacio laboral. Esta novedosa manera de trabajar ofrece grandes beneficios (además del cuantioso ahorro en costos de oficina) como la posibilidad de tener un lugar para operar, y al mismo tiempo, fomentar una comunidad profesional donde se crean alianzas y se prospectan clientes.  

Mark Dixon, fundador de Regus, el mayor proveedor de espacios de trabajo flexibles, afirma que en los centros de negocios de su firma -los cuales se encuentran repartidos en Estados Unidos y en otras partes del mundo- esta tendencia no sólo es común, sino que también ofrece una opción para atender a los nuevos hábitos de trabajo.

De acuerdo con Dixon, la tecnología y los sistemas electrónicos han permitido que tanto empleados como emprendedores sean autosuficientes y puedan realizar buena parte del trabajo en su casa y sin necesidad de interactuar con otro ser humano. Pero a pesar de que este fenómeno cada vez se extiende más, expertos en psiquiatría sugieren que no es una práctica sana. Es en este punto donde el co-working se presenta como la mejor estrategia para evitar el aislamiento y el deterioro entre las relaciones personales.



La forma de funcionar del co-working, también llamado cotrabajo, es muy amplia. Para algunos, esta tendencia sólo es aplicable para las comunidades conformadas por individuos que piensan igual o se desarrollan en industrias similares. No obstante, existen compañías como Regus que ofrecen este tipo de espacios donde, en un mismo lugar, confluyen personas de muy variados perfiles.

El también CEO de Regus señala que uno de los ejemplos de co-working más reconocidos a nivel mundial está en sus oficinas en el distrito de Tribeca, en Nueva York.  Aunque sólo ocupa una planta dentro del edificio corporativo en ellas coexisten toda clase de profesionistas y emprendedores, funcionando como una especie de “aldea urbana”, lo que ya es una moda de gran arraigo en Manhattan.

“El co-working es un concepto que representa los valores y necesidades compartidos de una nueva generación de trabajadores que pueden trabajar donde, cuando y como quieran. Una comunidad de cotrabajo nace cuando se reúne un número suficiente de personas en un lugar común”. Así es como se describen a sí mismos los co-workers neoyorkinos.

Tips para que funcione el co-working

Aunque esta opción puede traerte grandes beneficios, existen algunas “normas” para que funcione de la mejor manera. Toma nota y aplícalas si decides apostar por ella para tu negocio:

1. Usa audífonos: Dejar sonar las alertas de tu computadora, como los mensajes de Messenger o de Facebook, o la música de los videos no es una buena etiqueta de co-working. Los audífonos también te permitirán escuchar tu música sin molestar a tus vecinos.

2. Usa los espacios privados: Algunos proveedores de espacios de co-working cuentan con pequeñas salas de juntas. Aprovéchalas si vas a tener una llamada larga o una video conferencia. De preferencia, para las llamadas privadas usa tu celular y habla afuera de la oficina.

3. Mantén limpio tu lugar: Además de ser una muestra de respeto hacia los demás cotrabajadores, es importante que el espacio esté ordenado por si alguien recibe visitas importantes u oportunidades para conectarse.

4. No seas engreído: No presumas a todo volumen los logros y éxitos de tu empresa sólo para impresionar a tus vecinos. Esto puede fomentar una competitividad poco sana para el lugar de trabajo.

5. Haz networking fuera del horario: Recuerda: no conoces la carga de trabajo que tienen tus vecinos, por lo que para tener charlas informales con ellos es mejor ir por un café o a comer.