miércoles, 26 de febrero de 2014

Un consejo para tu vida profesional. Relaciones de 360 grados

Estuve 14 años como profesional en Goldman Sachs (dice Jacki Zehner).  Fui contratada como analista, después me convertí en Trader, después en Gerente de Escritorio, y en 1996 llegue a ser la mujer más joven y primera Trader mujer en hacerse socia de la firma.  Por esos años yo tuve la buena fortuna de recibir un gran consejo, pero el consejo más valioso no vino de una persona, en cambio llego de un proceso: El proceso de selección de socios de Goldman Sachs.
En el 2000, deje mi asiento de Trading para tomar mi posición en la Oficina Ejecutiva donde mi trabajo era ayudar a manejar las carreras de la población de la dirección administrativa.  Estaba muy envuelta en muchos programas de administración de capital humano, incluidos planes de sucesión, contratación lateral, medición de resultados, compensaciones, desarrollo de liderazgo, diversidad y selección de socios.  El proceso de selección era bastante robusto, e involucraba poner nombres enfrente para realizar una revisión cruzada.  Existía un equipo de ejecutivos senior que tenían la responsabilidad de discutir la candidaturas con una variedad de personas con quienes el candidato había trabajado, ya se directa, indirecta, o en algunas ocasiones lejana mente.  Estas personas incluían Gerentes Senior. Los cuales tenían contacto directo y otros por fuera de su área directa de trabajo o personas que trabajaron para el candidato.  Estas conversaciones tenían el significado de mejorar lo que se podría encontrar en la revisión del proceso de desempeño y de las recomendaciones que la administración directa pudiera tener sobre el candidato.  Aquí es donde la lección llega.
Realmente importa que tengas calidad en tus relaciones de 360 grados.  Realmente importa que no solo las manejes hacia arriba o abajo, sino que inviertas en tus relaciones hacia todas las direcciones. Esto no es acerca de “caer bien”, sino de ser percibido como una persona útil y que sabe trabajar en equipo.  Tal vez esto se puede ilustrar mejor con un ejemplo, y en particular, con el ejemplo del candidato perfecto para Goldman Sachs.
En mi experiencia de hace una década, el candidato perfecto era el primero y mejor en su trabajo, cualquiera que fuera su trabajo.  Esta persona debía manejar bien a su equipo , ser confiable, tener un alta conciencia de responsabilidad, ejecutar en pro de las metas y objetivos establecidos, retener al staff, ser un gran comunicador, crear y fomentar un lugar donde la gente talentosa quisiera trabajar; hacer dinero para la firma, que asuma sus errores, que fuera visionario….todo aquello usual para el caso.  Estos eran los mínimos requerimientos para ser considerado para ser candidato.  Los puntos extras eran ganados si el candidato ayudaba a otros cuando ellos no dependían directamente de él, estaba involucrado en los esfuerzos de reclutar personal, era mentor de gente joven, si era el tipo de persona que “siempre está dispuesta” y SOBRETODO la impresión de esa persona era buena.  El candidato perfecto no se encontraba solo pensando en su desempeño, carrera, administración o reportes directos, sino que era concebido si el candidato poseía un punto de vista más grande de la firma.
Esto va aún más profundo.  Como profesional, tú tienes que ocuparte de cada punto de contacto que tienes con cada persona, tanto interna como externa. No importando que la persona sea un practicante que solo este por el verano, alguien de otro departamento que necesite ayuda con algo que salga de tus responsabilidades diarias pero que aun así puedas ayudar, o un cliente que te puede decir no hoy pero te pueda decir si, algún día, debes de ocuparte de tus interacciones con todos.  Esto tal vez pueda sonar como “mucho trabajo” y especialmente trabajo para el cual no tienes tiempo si quieres tener éxito en tu rol, pero a través del tiempo, esto importa.

En mi experiencia con el proceso de selección de socios, observe promociones de candidatos acelerarse por ser un empleado completo y penalizados por no serlo.  Observe a los gerentes decir de los candidatos sentirse en shock cuando no obtenían el aval, porque personas de otros departamentos los describieron como personas que “no estaban dispuestos a ayudar” o se “auto promocionaban”.
Esto significa que cada socio encaja en un perfil perfecto? Por supuesto que no, pero tus oportunidades de convertirte en socio eran mayores si lo hacías.  Puedes pensar que tu firma no tiene un proceso tan robusto, y por lo tanto este no es un consejo relevante, pero estoy sugiriendo que no importa el proceso en tu lugar de trabajo, procura siempre ser amable, positivo y dispuesto a ayudar tanto como te sea posible.  Yo llamo a esto tomar una perspectiva de 360 grados.
Toma un tiempo para reflejarlo en tu propia carrera.  Si el día de hoy alguien se tomara el tiempo de llamar a todas las personas con las que has tenido interacción, que dirían de ti?  Que dirían acerca de tu principal debilidad?  Te describirían como una persona a la cual acudir en tu lugar de trabajo?  Las personas clave te conocen y saben de tus contribuciones? Mientras que lo primero y más importante es ser bueno en tu trabajo, estar atento a una visión más grande ciertamente no te perjudicara, y cuando vengan las grandes promociones, tal vez pueda ser el factor decisivo.
Jacki Zehner
CEO Women Moving Millions

Traducción:
Sergio  A. Madrigal
Estratega en Desarrollo personal

smadrigal@cencovie.com

domingo, 9 de febrero de 2014

Inteligencia Emocional....como la aplico en mi empresa?

El reconocimiento y la gestión de emociones es una herramienta poderosa que, en el largo plazo, arroja mejores resultados que el conocimiento o el desarrollo intelectual.  El reconocimiento y gestión de las emociones en la relación con empleados, clientes, proveedores y otros interlocutores es una herramienta poderosa para las empresasEsta “inteligencia emocional” es un concepto que puso en circulación el psicólogo estadounidense
Daniel Goleman y que pronto lo convirtió en “best-seller” (sus libros sobre el tema llevan vendidos más de 5 millones de ejemplares).
El éxito de las personas en las organizaciones, plantea este autor, no depende sólo  de sus habilidades o de su inteligencia medida como coeficiente intelectual (IQ), sino del manejo de las emociones y de las relaciones interpersonales, que conforman el coeficiente emocional (EQ). Gran parte del valor de un trabajador experimentado no  viene del campo técnico, sino de lo vivido y sentido en el día a día en el campo de trabajo, todos aspectos emocionales: trato con colaboradores y clientes, manejo de proveedores, resolución de problemas, tolerancia a grandes y pequeños fracasos, entre otros.
“La nueva medida da por sentadas las habilidades intelectuales y el conocimiento técnico para hacer nuestros trabajos, y se enfoca entonces en cualidades personales, como la iniciativa, la empatía, la capacidad de adaptación y la persuasión”, explica Goleman en el libro “La inteligencia emocional en la empresa”, publicado en 1998.
Pero, aclara, este desempeño emocional no significa dar rienda suelta a las emociones, sino conocerlas y usarlas efectivamente, tanto para el desarrollo personal como el de la organización.


Las aptitudes emocionales básicas que contempla este tipo de inteligencia y que suelen encontrarse en las empresas exitosas son:
  •  Autoconocimiento. Tener en claro las propias capacidades y limitaciones permite establecer expectativas razonables y objetivos exigentes pero alcanzables. Los grupos de trabajo o empresas pequeñas deben asegurarse de conocer el nivel colectivo de inteligencia emocional. ¿Trabajamos en equipo? ¿Qué nos gusta? ¿Qué nos pasa cuando las cosas no salen como queremos?  ¿Cómo impactan nuestros estados de ánimo en el desempeño del negocio?
  • Autorregulación. El conocimiento de lo que nos pasa nos debe permitir intervenir para lograr mejores resultados. ¿Podemos controlar nuestras emociones?  ¿Decidimos cómo expresarnos o nos dejamos llevar? ¿Sabemos cómo adaptarnos a distintas situaciones que nos toca enfrentar?
  • Motivación. La misión, la visión y los valores de la organización suelen actuar como motores que encienden el esfuerzo del equipo de trabajo. ¿Están claros para todo el equipo? ¿Cómo nos aseguramos de poner el máximo esfuerzo en la empresa?
  • Empatía. Ponerse con auténtico interés en el lugar del cliente, del proveedor, del colaborador o de otros interlocutores de la empresa facilita la gestión diaria. ¿Qué quiere o espera? ¿De qué forma puedo satisfacer sus expectativas? ¿Cómo me sentiría estando en su lugar?
  • Habilidades sociales. El trabajo cotidiano implica la interacción permanente con otros. ¿Cómo manejamos las relaciones interpersonales? ¿Cuidamos a nuestros clientes, compañeros de trabajo y proveedores? ¿Sabemos interpretarlos y actuar en consecuencia?
¿Encuentras estas características en tu empresa? La buena noticia es que la inteligencia emocional se aprende y se entrena. Trabaja para hacer del conocimiento personal y las relaciones con otros la base del éxito de tu negocio.
@Sergio Madrigal,- Estratega de Efectividad Personal
@Buenos Negocios

viernes, 7 de febrero de 2014

69 + 1 claves para ser un mejor jefe

Llevar la batuta de una compañía lleva aparejados muchos deberes y responsabilidades. Además, en un puesto de mando hay que ganarse también el respeto de los empleados. El portal Die Karriere Bibel recopila a continuación los siguientes 70 consejos para convertirse en un mejor jefe:
1. Trata a los demás con respeto.
2. Conviértete en un ejemplo para los demás.
3. Deja clara tu visión de la empresa.
4. Da a conocer tus valores personales.
5. Actúa siempre en función de tus valores.
6. Reconoce tus errores.
7. Discúlpate con las personas que puedas haber ofendido.
8. Admite cuando estás equivocado.
9. Haz muchas preguntas y aprende de las respuestas.
10. Escucha atentamente y piensa siempre antes de hablar.
11. Asume en todo momento la responsabilidad de tus propios proyectos.
12. Acepta también labores que nadie quiera hacer.
13. Acude siempre puntual a las reuniones.
14. Prepara tus discursos con tiempo y no te adelantes a la hora de ofrecer tu opinión personal.
15. Si impones nuevas reglas, sé el primero en acatarlas.
16. Practica con el ejemplo y haz lo que exiges a otros.
17. Piensa en grande.
18. Alienta de manera activa y constante la mejora de tu empresa y tus empleados.
19. Toma la iniciativa siempre que puedas.
20. Lucha contra las rutinas.
21. Sé agente del cambio.
22. Motiva a las demás para que sus expectativas sean siempre lo más altas posible.
23. Separa tus expectativas profesionales de las personales.
24. Pregunta a tus empleados qué es lo que les motiva y cómo pueden lograr mejor sus objetivos.
25. Alaba a tus empleados de vez en cuando.
26. Celebra los éxitos, al menos con los que han contribuido a ellos.
27. Piensa en el futuro.
28. Pon objetivos y fechas límite y examina después el resultado.
29. Despierta el entusiasmo y la pasión por el trabajo de tu equipo.
30. Si te topas con una situación delicada, habla de ello con otras personas.
31. Acepta los riesgos.
32. Supera tus dudas y tus miedos.
33. Sé consecuente.
34. Aprende a delegar en otros.
35. No intentes hacerlo todo perfecto. Basta con que el 80% de lo que hagas alcance un nivel óptimo.
36. Elimina las posibles fuentes de malestar.
37. Reserva tiempo para la planificación de estrategias.
38. Analiza los avances y los éxitos de tu empresa.
39. Sigue tu primer impulso.
40. Trabaja duro, pero busca también una recompensa por tu esfuerzo y el de tus empleados.
41. Pasa más tiempo con tus empleados que en tu mesa.
42. No te adjudiques nunca méritos ajenos.
43. Confía en las capacidades de tus trabajadores.
44. Muéstrate abierto con las ideas y las opiniones de otras personas.
45. Permanece tranquilo y toma el control cuando otros lo pierdan.
46. Mejora la comunicación interna dentro de tu empresa.
47. Pasa más tiempo con los trabajadores que aportan rendimiento a la empresa que con los demás empleados.
48. Mantén al día tu red de contactos por si algún día necesitas ayuda.
49. Preséntate a los empleados que todavía no te conocen.
50. Da las gracias a tus empleados.
51. Sonríe a tus trabajadores todos los días.
52. Muestra empatía con los demás.
53. Habla claro y evita los tópicos y las frases hechas.
54. Sé siempre transparente.
55. Acepta las críticas como algo positivo.
56. Muestra gratitud y valora lo que tienes.
57. Di no a las cosas que no merecen la pena.
58. Céntrate en lo esencial.
59. Lee libros.
60. Ayuda a los demás antes de que te pidan ayuda.
61. Comparte con tus colegas cuáles crees que son sus puntos fuertes.
62. Ejerce de mentor con nuevos talentos.
63. Encuentra tu propio mentor para el desarrollo de tus puntos fuertes.
64. Habla con confianza de tus puntos débiles y trabaja para subsanarlos.
65. Justifica siempre tus acciones.
66. Utiliza internet para aprender.
67. Comparte con los demás cómo has adquirido tus capacidades.
68. Cuenta también la historia de lo que has aprendido.
69. Transmite todo este know-how a tus empleados.
70. Cuida tu reputación.

articulo de: marketingdirecto.com

martes, 4 de febrero de 2014

EL “PLAY BOOK” EN LAS EMPRESAS DE HOY

Quiero aprovechar que acabamos de terminar una temporada más de la NFL con un Super Bowl que tuvo un resultado que muchos no esperábamos, para platicar con ustedes la flexibilidad que las organizaciones modernas deben mostrar en sus Play Book’s (Libros de Jugadas); ese documento que contiene las estrategias, acercamientos, programas, acciones, etc. – las jugadas que las compañías ejecutan en sus operaciones.
Estos documentos los podemos encontrar como Flujo de Procesos de Negocio, Procedimientos Estándar de Operación y/o Valores Culturales que dan forma a la respuesta consistente de las empresas.

Este Play Book refleja los planes, acercamientos o estrategias definidas como respuesta a cualquier área de trabajo durante el tiempo en cualquier compañía.  Las ventas y servicio a clientes son áreas que comúnmente usan estos Play Book’s que definen como se conducen con los clientes. Un Play Book trabaja en un medio ambiente predecible donde es posible responder con claridad y consistencia a cualquier estimulo.

El reto que un Play Book tradicional enfrenta en un mundo globalizado, competitivo, dinámico y enfocado al cliente es que funcione bien con esas estrategias estáticas que contiene.  Los Equipos de Trabajo necesitan un diferente Play Book que responda a este tipo de competencia.

La idea de un Play Book no es nueva, pero su naturaleza está cambiando.  Mientras que cada deporte mantiene un Play Book,  muchos Play Book’s de las empresas siguen una cadencia parecida al que se usa en la NFL, con jugadas individualmente preparadas para arrancar los encuentros, generan acciones calculadas y después hacer un alto para responder a la situación particular del encuentro.

La NFL es una gran metáfora para el escenario competitivo de la economía actual.  El foco puesto en el medio ambiente es un posicionamiento adecuado para la excelencia, coordinación, divisionalismo y ejecución. Estas cosas son importantes en nuestro mundo, pero los medios técnicos están cambiando y también la metáfora.

Los Negocios de hoy son deportes de contacto continuo.

Diferentes deportes necesitan diferentes Play Books que reflejen su dinámica.  Lo mismo aplica en las empresas.  El mundo empresarial de hoy es más parecido al soccer o basketball que a un juego de la NFL.  El flujo es crítico en estos deportes.  Las jugadas van constantemente de la ofensiva a la defensiva.  La perfección no es tanto el objetivo como la ejecución, innovar satisfactoriamente y con determinación.


Consideremos el área de servicio al cliente.  Los Procedimientos (Play Book); también conocidos como –script de atención al cliente – predefine la experiencia del servicio a través de una serie de “qué pasaría si…….entonces” argumentos previamente establecidos.  Los Scripts tienen un propósito; reducen las variantes, elevan la calidad del servicio y su eficiencia. Pero consideremos compañías como Promotora Xcaret, quienes operan varios parques en Quinta Roo.  En vez de tener personal para cumplir scripts predeterminados, servicio al cliente tiene una serie de jugadas con una serie de valores con expectativas bien definidas y encaminadas al servicio.  Los resultados de las diferentes jugadas son claros.


Características de un Play Book moderno

Cambia el deporte y tú cambias el Play Book.  La misma lógica aplica en los negocios. Los líderes buscan “ser enfocados “en oposición a “sentirse enfocados”, reconociendo la diferencia, incluyendo diferentes Play Book’s.  Como no existe un solo modelo de Play Book debemos tomar en cuenta ciertas características en consideración.  Esas características incluyen:

·         Expandir el roster- todo mundo es un jugador elegible por lo tanto todos juegan una posición en el Play Book.  Clientes, Asociados, Proveedores, Intermediarios, Terceros, Liderazgo, los Socios todos ellos son personas que juegan un rol en el éxito de las empresas.  La empresa con el punto de vista más amplio de sus jugadores por definición tiene acceso a más competitividades y capacidades que otras que restringen su visión a integrantes de sus equipos obstaculizando el éxito.

·         Aplica jugadas simples a más de una situación- los negocios tradicionales premian la especialización, el alto rendimiento requiere simplicidad, es mejor tener unas cuantas simples jugadas que uses en múltiples situaciones que siempre tener que llamar a los equipos especiales.  Por ejemplo las compañías celulares tiene un acercamiento diferente para las cuentas nuevas, en parte por los requerimientos que lo regulan.  Crear dos jugadas para hacer lo mismo originan un costo innecesario y complejidad en la organización, hasta que ello se reemplaza con una única jugada aplicada a situaciones diferentes.

·         Enfocarse en jugadas orientadas por la información- las jugadas basadas en información se adaptan mejor que procedimientos basados en reglas.  Es sorprendente que tan seguido tenemos que cambiar las reglas y procedimientos, pero que tan poco cambia la información.  Concentra el Play Book en la información requerida para reconocer cuando una jugada debe de ser adoptada, cual será esa jugada y quien estará involucrado en su desarrollo.

·         Reconoce los requerimientos para improvisar de ser necesario- ningún Play Book puede contener cada posibilidad o perturbación, así que por qué preocuparse? Las empresas necesitan formalmente reconocer que el staff que está al frente puede decidir que jugadas realizar ante las situaciones que se presentan – estos operativos se traducen en experiencias atractivas, hacen los trabajos interesantes y dan el sentimiento de que vale la pena hacerlo. Eliminar la discreción para cada una de las partes, elimina la posibilidad de que los clientes solo sean “carteras ambulantes” y el equipo de trabajo sea tan solo un “recurso”.  Ninguna de estas cosas es deseado hoy en día.

·         Democratiza el Play Book- enfoca al equipo de trabajo en definir futuras jugadas ya que ellos tienen información de primera mano necesaria para crear y patrocinar cambios significativos.  Después de todo cual es el consejo que más tomarías en cuenta?  El que al parecer funciona en el campo o aquel que supuesta mente funcione para ti?

Estas características describen un Play Book  que refleja el dinamismo inherente y la información oportuna que lleva al éxito.  El Play Book se convierte más en una Guía, una forma de dar forma al juicio, valores y cultura.


Establecer jugadas y reglas  apretadas tiene su función en nuestro medio ambiente, las cuales pueden ser el fundamento de la excelencia en la operación.  Pero hacia dónde vas desde ese punto? En nuestros días es importante crear una experiencia distinta y creativa  para el cliente – una experiencia basada más en jugadas que se ven en el Soccer o Basketball que en la NFL.


@Sergio Madrigal
Estratega en Crecimiento Personal